Monguí: el pueblo colombiano donde se fabrican balones a mano
Descubra Monguí, el icónico pueblo en Boyacá, Colombia, famoso por su tradición artesanal en la fabricación de balones de fútbol.
Monguí: el pueblo colombiano donde se fabrican balones a mano
En el corazón del departamento de Boyacá, en Colombia, se encuentra un pueblo que respira fútbol por los poros, no por sus equipos o sus estadios, sino por su ancestral tradición de fabricar balones.
Monguí es conocido en todo el país como el «Pueblo de los Balones», un lugar donde la artesanía y el deporte se fusionan para dar vida a los esféricos que ruedan en canchas de todo el territorio nacional. Esta tradición, que se ha transmitido de generación en generación, es el alma de un pueblo que ha encontrado en la costura, el pegado y el acabado de balones un modo de vida y una seña de identidad.
La historia de Monguí y su relación con la fabricación de balones es un testimonio de la perseverancia, la habilidad y el ingenio de sus habitantes.
Todo comenzó en la década de 1930, cuando la escasez de balones importados durante la Segunda Guerra Mundial obligó a los colombianos a buscar alternativas. Fue en ese momento que los habitantes de Monguí, con sus habilidades para trabajar el cuero, vieron una oportunidad.
Con aguja e hilo, comenzaron a coser balones a mano, adaptando técnicas de costura de otros productos de cuero. Lo que empezó como una necesidad se transformó en una tradición artesanal que perdura hasta el día de hoy.
Con el tiempo, las técnicas se perfeccionaron y se crearon los primeros talleres familiares, donde cada miembro de la familia contribuía a la producción de los balones.
Este proceso artesanal no solo le da a cada balón un toque único, sino que también lo dota de una calidad y durabilidad que los balones producidos en serie no siempre tienen. La historia de Monguí es, en esencia, la historia del fútbol colombiano contada a través de un balón.
Le puede interesar: Los 10 atletas más influyentes de la historia: más allá de sus logros deportivos
El arte de fabricar un balón: un proceso artesanal único
La fabricación de un balón en Monguí es un proceso que va más allá de la simple producción en masa. Es un ritual artesanal que requiere paciencia, precisión y habilidad.
Los balones se fabrican a mano, con cada pieza de cuero cuidadosamente cortada y cosida para crear el diseño esférico. Este proceso, que puede tomar varias horas para un solo balón, involucra varias etapas.
Primero, se corta el cuero en las formas hexagonales y pentagonales que forman la cubierta exterior. Luego, los artesanos, muchos de ellos mujeres, cosen a mano cada panel, uniendo las piezas con hilos de alta resistencia para garantizar la durabilidad del balón. Posteriormente, se infla la vejiga interior y se coloca la cubierta cosida, para finalmente dar los últimos toques y acabados que aseguran su calidad.
La habilidad de los artesanos de Monguí es tal que cada puntada es perfecta, cada unión es sólida y cada balón está listo para soportar la intensidad de un partido de fútbol. En los talleres, el sonido de las agujas y el olor a cuero se mezclan con el ambiente familiar, creando una atmósfera única donde la tradición se mantiene viva.
La dedicación de los artesanos es lo que ha permitido a Monguí competir en un mercado global dominado por grandes marcas, ofreciendo un producto con un valor agregado: la historia y el alma de un pueblo. Los balones de Monguí no son solo objetos deportivos; son piezas de arte funcionales, cargadas de la historia de un pueblo que se niega a dejar morir su tradición.
Leer más: La magia de la Serie Mundial: momentos inolvidables y héroes inesperados en la historia del béisbol
El proceso de fabricación: de la aguja al balón
La fabricación de un balón en Monguí es un proceso minucioso que se realiza a mano. Desde el corte del cuero hasta la costura de cada panel, los artesanos aplican su habilidad y experiencia para crear un producto de alta calidad. La dedicación en cada puntada es lo que hace que los balones de Monguí sean únicos y altamente valorados.

La importancia económica y cultural de la tradición
La fabricación de balones no es solo una tradición cultural en Monguí, sino también el motor de su economía. Se estima que alrededor del 70% de los balones fabricados en Colombia provienen de este pequeño municipio boyacense.
La industria local ha generado cientos de empleos, directos e indirectos, y ha permitido que muchas familias se sustenten con esta noble labor. Los talleres, que en su mayoría son negocios familiares, han prosperado gracias a la reputación de calidad que los balones de Monguí se han ganado.
Aunque la producción en serie y la importación de balones de bajo costo han representado un desafío, los artesanos de Monguí han sabido mantener su nicho de mercado, enfocándose en la calidad, la personalización y la durabilidad de sus productos.
El reconocimiento de Monguí como el «Pueblo de los Balones» también ha impulsado el turismo en la región. Muchos visitantes llegan atraídos por la curiosidad de ver el proceso de fabricación en vivo, de comprar un balón directamente de las manos de sus creadores y de conocer la historia detrás de esta tradición. Los talleres se han convertido en puntos de interés turístico, donde los visitantes pueden interactuar con los artesanos y aprender sobre su oficio.
Este turismo cultural ha sido un pilar para el desarrollo económico del municipio, demostrando que la preservación de las tradiciones puede ser una fuente de prosperidad. La fabricación de balones en Monguí es un claro ejemplo de cómo una tradición artesanal puede convertirse en un motor de crecimiento económico y cultural.
El motor económico de un pueblo
La producción de balones es la principal fuente de ingresos para muchas familias en Monguí. A pesar de los desafíos de un mercado globalizado, los artesanos han logrado mantener su negocio a flote gracias a la calidad de sus productos. La industria local es la responsable de la mayoría de los balones que se producen en el país.

Monguí como destino turístico: la experiencia de los balones
Más allá de la fabricación de balones, Monguí ofrece una experiencia turística única que combina la belleza natural de la región con su rica tradición artesanal.
El pueblo, con su arquitectura colonial bien conservada, sus calles empedradas y su impresionante basílica, es un destino encantador por sí solo.
Sin embargo, lo que realmente lo distingue es la posibilidad de sumergirse en la cultura del balón. Los visitantes pueden recorrer los diferentes talleres, hablar con los artesanos, observar el proceso de costura a mano y, por supuesto, comprar un balón hecho a la medida.
Esta experiencia va más allá de una simple visita. Es una oportunidad para conectar con la historia de un pueblo y apreciar el valor del trabajo manual. Los talleres, que en su mayoría son casas familiares, abren sus puertas a los visitantes con la amabilidad y calidez que caracteriza a la gente de Boyacá.
La compra de un balón en Monguí no es solo la adquisición de un objeto deportivo, sino la de una pieza de artesanía, un pedazo de historia que lleva consigo el espíritu de un pueblo entero.
Para los amantes del fútbol, es una parada obligatoria en la ruta por Colombia, un lugar donde el deporte y la tradición se encuentran en cada costura. Monguí, el pueblo de los balones, es un tesoro escondido que invita a ser descubierto y apreciado.
Turismo y tradición: un viaje al corazón del balón
El turismo en Monguí se centra en su tradición de fabricación de balones. Los visitantes tienen la oportunidad de ver el proceso de producción, interactuar con los artesanos y comprar balones hechos a mano. Esta experiencia cultural única convierte al pueblo en un destino turístico memorable.
Este contenido fue generado con ayuda de inteligencia artificial y validado por un equipo periodístico para asegurar su veracidad y calidad editorial.
Siga leyendo: El deporte adaptado: superación, resiliencia y el espíritu paralímpico colombiano