Cómo evitar lesiones al correr en asfalto: guía 2025 con técnicas y equipo
Cómo evitar lesiones al correr en asfalto: técnica, equipo y prevención real
Correr en asfalto es práctico, accesible y popular, pero también representa uno de los mayores desafíos biomecánicos para el cuerpo. Saber cómo evitar lesiones al correr en asfalto requiere más que fuerza de voluntad: implica dominar la técnica, elegir el equipo correcto y respetar los tiempos de adaptación. Esta guía 2025 reúne los fundamentos esenciales para correr mejor, más seguro y con menor riesgo de lesiones.
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Por qué el asfalto exige más a tu cuerpo
El asfalto es una superficie dura, uniforme y poco amortiguada. Cada impacto que genera el pie al contactar el suelo se transmite hacia las articulaciones —principalmente tobillos, rodillas y caderas—. A diferencia de la tierra o la pista, donde hay absorción parcial del golpe, el asfalto devuelve casi toda la energía al cuerpo, lo que aumenta el riesgo de lesiones al correr si no se cuenta con buena técnica o calzado adecuado.
Sin embargo, correr en asfalto no es “malo” en sí mismo. La clave está en la preparación progresiva y el fortalecimiento muscular. Su regularidad y estabilidad permiten mantener ritmos constantes, siempre que el corredor entrene su cuerpo para tolerar el impacto y aplique principios de prevención de lesiones running.

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Errores más comunes que causan lesiones al correr
Aumentar el kilometraje demasiado rápido
Uno de los errores más frecuentes es incrementar la distancia o intensidad más del 10 % por semana. El cuerpo necesita tiempo para adaptarse al impacto repetido.
Ignorar el calentamiento y la movilidad
Un calentamiento de 10 a 15 minutos activa la musculatura y mejora la movilidad articular. Saltarse este paso eleva el riesgo de distensiones y sobrecargas.
Correr con mala técnica postural
Una postura rígida o inclinada hacia atrás aumenta la tensión lumbar y la carga sobre las rodillas.
No alternar superficies o intensidades
Alternar correr en asfalto o tierra reduce la carga acumulada y permite una recuperación más eficiente. Incorporar terrenos más blandos también fortalece la estabilidad del tobillo.
Técnica correcta para correr en asfalto
La técnica de carrera es el elemento más importante para prevenir lesiones. Un pequeño ajuste en la zancada o el apoyo puede marcar una gran diferencia.
Mantén una zancada corta y cadencia alta (170–180 ppm)
Una cadencia rápida reduce el tiempo de contacto del pie con el suelo y disminuye el impacto en las articulaciones.
Aterriza con el mediopié, no con el talón
Apoyar el talón genera fuerzas de frenado que repercuten en las rodillas. El mediopié favorece una distribución equilibrada de la carga.
Evita los giros de cadera y la sobreextensión
El tronco debe mantenerse estable y alineado con la dirección del movimiento.
Cómo usar la inclinación del cuerpo a favor
Una leve inclinación hacia adelante, desde los tobillos, ayuda a aprovechar la gravedad y reduce el esfuerzo muscular.
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Error común |
Corrección técnica |
Beneficio |
|---|---|---|
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Talonear |
Apoyo en mediopié |
Menor impacto en rodillas |
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Brazos rígidos |
Movimiento relajado |
Mejor equilibrio |
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Pasos largos |
Aumentar cadencia |
Menos estrés articular |
Equipamiento clave para prevenir lesiones
Zapatillas adecuadas para asfalto
El calzado es determinante. Las zapatillas running asfalto deben ofrecer buena amortiguación, drop moderado (8–10 mm) y adaptarse al tipo de pisada (neutra, pronadora o supinadora). Cambiarlas cada 600–800 km evita que la pérdida de amortiguación provoque molestias articulares.
Ropa técnica y compresiva
Las prendas deportivas transpirables y de compresión ligera mejoran la circulación y reducen la fatiga muscular.
Plantillas y accesorios
Las plantillas personalizadas, rodilleras o soportes de arco pueden corregir desalineaciones. Su uso debe ser evaluado por un podólogo o fisioterapeuta deportivo.
Apps o relojes deportivos
Dispositivos como Garmin, Polar o Strava ayudan a controlar el ritmo, la cadencia y la carga semanal, variables esenciales para evitar sobreentrenamiento.

Ejercicios complementarios y fortalecimiento preventivo
Fortalecimiento de core y glúteos
Ejercicios como planchas, puentes de glúteo o bird-dogs estabilizan la cadera y reducen el estrés en las rodillas.
Trabajo excéntrico de gemelos y cuádriceps
Fortalecer las fases de descenso y apoyo mejora la resistencia muscular ante impactos.
Ejercicios de propiocepción
El entrenamiento con bosu o superficies inestables mejora el equilibrio y la respuesta neuromuscular.
Estiramientos activos post-entreno
Realizar estiramientos dinámicos tras correr ayuda a mantener la flexibilidad y prevenir contracturas.
Cuándo descansar y cómo detectar una lesión a tiempo
Escuchar al cuerpo es parte del entrenamiento. Las señales tempranas incluyen dolor persistente en un punto, inflamación o rigidez al iniciar la carrera. Si las molestias no desaparecen tras dos o tres días de descanso, es momento de acudir a un fisioterapeuta.
Programar una descarga semanal (reducción del 30 % del volumen) y rotar las zapatillas cada cierto tiempo prolonga la salud articular.
Preguntas frecuentes
¿Es malo correr siempre en asfalto?
No, siempre que se respete una técnica adecuada y se utilice el calzado correcto. Alternar con tierra o pista disminuye el impacto acumulado.
¿Cuándo cambiar las zapatillas de running?
Entre 600 y 800 km, o cuando la amortiguación se sienta plana y aparezcan molestias.
¿Qué superficie es más segura para correr?
La tierra o el tartán son más amortiguados, pero el asfalto puede ser seguro si se mantiene buena técnica y fuerza muscular.
¿Sirven las plantillas personalizadas?
Sí, especialmente en casos de pisada pronadora o dismetrías. Deben ser recetadas por un especialista.
¿Qué hacer si aparece dolor de rodilla tras correr?
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Suspender los entrenamientos de impacto, fortalecer glúteos y core, revisar técnica y calzado antes de retomar.